¿Qué son los servicios ambientales y cómo impactan en nuestra vida diaria?
Se denominan servicios ambientales al beneficio o a varios que aporta un ecosistema a la sociedad. Resultan del propio funcionamiento de los ecosistemas y mejoran la salud, la economía y la calidad de la vida de las personas.
Es imposible no conservarlos ya que sustentan la salud, la economía y la calidad de vida de la población. Combinan armónicamente la preservación del medio natural haciendo a la vez un uso de los mismos y un desarrollo sostenibles. Por ende, su degradación produce grandes perjuicios al bienestar humano. Debido a ello, son cada vez más el centro de políticas nacionales y regionales. Su evolución es indicadora de la interacción del ser humano con el entorno.
Su definición y popularidad fueron formalizadas por la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (EM) organizada por las Naciones Unidas en 2005. Fue producto de un estudio que demandó cuatro años e involucró a más de 1300 científicos de todo el mundo.
Cuáles son los servicios ambientales
Son aquellos que provienen de diferentes ecosistemas como por ejemplo: selvas, humedales, bosques, desiertos, ya sea de manera natural o a través de un manejo sustentable local, regional o global.
Entre ellos se pueden nombrar la producción de agua limpia, la formación del suelo, la regulación del clima que hacen los bosques, la polinización, entre otros.
A su vez se clasifican en cuatro tipos de servicios:
Abastecimiento:
Se trata de beneficios materiales que reciben las personas de los ecosistemas como agua, alimentos, medicinas y materia prima. Para algunas poblaciones son sus medios de supervivencia y obtienen más beneficios que si las comercializaran.
Regulación:
El clima y la calidad del agua están entre ellos. También el secuestro y almacenamiento de carbono, la moderación de fenómenos naturales, el tratamiento de aguas residuales, la prevención de la erosión y conservación de la fertilidad de los suelos. Control de plagas, polinización y regulación de los flujos del agua. Las consecuencias de su perjuicio resultan difíciles de reparar.
Apoyo:
Proporcionan espacios vitales para la flora y la fauna. Conservan la biodiversidad de complejos procesos que sustentan los demás servicios ecosistémicos. Algunos hábitats tienen un número alto de especies que los hace mucho más diversos.
Culturales:
Se trata de beneficios no materiales que obtienen las personas de los ecosistemas. Abarcan desde la inspiración estética, la identidad cultural, el apego y la experiencia como actividades recreativas y turismo.
Ejemplos de servicios ambientales
Algunos otros ejemplos son la captación y filtración del agua, la mitigación de los efectos del cambio climático, la generación de oxígeno, asimilación de diversos contaminantes. También la protección de la biodiversidad, retención del suelo, el refugio de la fauna silvestre, y demás.
Se afirma que son intangibles, ya que su cuantificación y valoración resultan complicadas. Además no se utilizan o aprovechan de manera directa. Sin embargo sí aportan beneficios como por ejemplo: tener buen clima, aire limpio o un lindo paisaje.
Desde sus comienzos las sociedades se han beneficiado de dichos aportes, a pesar de que el concepto es relativamente moderno.
Cuál es la importancia de los servicios ambientales
Sin lugar a dudas la importancia de los servicios ambientales es central. Nada más y nada menos que la subsistencia, tanto como el desarrollo de toda la sociedad que se encuentra relacionado con el aprovechamiento sustentable de sus recursos naturales.
Frente al deterioro del entorno natural que ya padece el planeta, cada vez es más urgente la importancia de aumentar la conciencia sobre la relación entre los recursos naturales, salud del planeta y el ser humano. Por lo tanto, en la actualidad la naturaleza y su conservación son pilares fundamentales del desarrollo sustentable. Son vitales para los ciudadanos, los pueblos y sus gobiernos.
Algunas propuestas políticas para frenar o mitigar las actividades que afectan a los servicios ambientales y sus consecuencias incluyen por ejemplo, asignación de un valor económico a los servicios de los ecosistemas. Esta acción tiene como objetivo lograr un sistema de acuerdo entre actores privados y los estados para compensar a aquellos propietarios privados cuya tierra preste servicios ecosistémicos. Estos son por ejemplo los mercados de biodiversidad o los pagos por servicios ambientales.
Beneficios de los servicios ambientales
Son incontables los beneficios que aportan los servicios ambientales. De acuerdo al hábitat que los provea son unos u otros. Por ello, también existe una clasificación de acuerdo al beneficio que aporten:
- Servicios de aprovisionamiento: se trata de los referidos a la cantidad de bienes o materias primas que ofrece, como por ejemplo lo son la madera, el agua o los alimentos.
- Servicios de regulación: los derivados de las funciones clave de los ecosistemas, colaboran con la reducción de ciertos impactos locales y globales regulación del clima y del ciclo del agua, el control de la erosión del suelo, la polinización.
- Servicios culturales: aquellos relacionados con el tiempo libre, el ocio o los aspectos más generales de la cultura.
- Servicios de soporte: como por ejemplo la biodiversidad y los procesos naturales del ecosistema garantizan buena parte de los anteriores.
Cabe señalar que los sectores económicos también reciben beneficios de los servicios ambientales, especialmente las actividades agrícolas, la industria forestal y la pesca. Son precisamente, los que más impactos negativos tienen sobre los servicios ambientales. Existen centros expertos en sistemas ambientales que se encargan, por ejemplo, de identificar servicios ecosistémicos de las cuencas hidrográficas para establecer medidas de adaptación e incrementar su resiliencia.
También colaboran en la definición, evaluación, cartografía de indicadores biofísicos, miden las principales funciones y servicios ecosistémicos de los bosques, tanto de provisión, regulación, culturales como de soporte.
En cuanto a predicción y modelos, estos centros también se encargan de realizar predicciones de los impactos de cambio global y fenómenos climáticos extremos, así como de su adaptación. Para conseguirlo, integran modelos de cambio de usos de suelo, forestales y de paisajes.
Además pueden brindar servicios de teledetección, es decir cartografía y seguimiento en el tiempo y en el espacio de indicadores de servicios ecosistémicos basados en dichos datos. Estudian comunidades de polinizadores, analizan su relación con la producción de frutos y semillas tanto en el medio natural como en los sistemas agrícolas.
Respecto a las plagas, también estudian la comunidad de insectos que pueden actuar como enemigos naturales de plagas de frutales. También analizan las sinergias entre los distintos sistemas ambientales tanto en territorio como a lo largo del tiempo, además analizan las relaciones entre flujos de demanda y provisión de servicios.
Por otro lado, el análisis de los servicios de microorganismos del suelo incluyendo la regulación de algunos ciclos biogeoquímico terrestres como por ejemplo la retención y liberación de nitrógeno y carbono.
Por último también pueden encargarse del desarrollo de indicadores de servicios ecosistémicos a partir de ciencia ciudadana. Generan datos a gran escala a partir de metodologías estandarizadas. Dichos indicadores pueden ir desde servicios de soporte a regulación de servicios culturales.
Brindar a los servicios ambientales un lugar central a partir del cual tomar decisiones y definir políticas ambientales permitirá tener herramientas para identificar alternativas de gestión que ayuden a mitigar los efectos del cambio global, optimizar beneficios sociales, reducir costos y riesgos potenciales para los ecosistemas y las sociedades.
También en los últimos años el concepto se amplió hasta incorporar bienes que sufren la problemática del cambio climático. En ese sentido, tecnología para el desarrollo de energías renovables y bajo consumo de carbono para el transporte, edificios y otras aplicaciones.
Además de la difusión y acceso a productos y tecnologías amigables con el medio ambiente, los acuerdos comerciales incluyen medidas de promoción directa de la protección de ecosistemas y biodiversidad. Algunas de ellas se agrupan en cinco categorías:
- Cambio climático y energía renovable
- Transición a la economía circular
- Biodiversidad
- Esquemas de etiquetado e información ambiental
- Digitalización
Algunos de dichos acuerdos todavía no fueron implementados por países emergentes o en desarrollo especialmente. Los estados donde se implementaron han obtenido resultados positivos, incluyendo regulaciones ambientales, acuerdos institucionales, cooperación ambiental y una mayor concientización pública.
Como ejemplo de acuerdos se pueden mencionar por ejemplo: la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies amenazadas de Fauna y Flora silvestre, el Protocolo de Montreal sobre sustancias que agotan la capa de ozono y el Convenio de Basilea sobre control de movimientos transfronterizos de desechos peligrosos y su eliminación.
Al mismo tiempo, la restauración de ecosistemas para la mitigación y adaptación al cambio climático se basa en gran parte en el comercio de bonos de carbono. Estos adquirieron popularidad desde los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del Protocolo de Kyoto. En la actualidad son una poderosa herramienta de financiamiento a escala global utilizada para la reforestación y prevención de la deforestación. En ese sentido, una entidad u organismo puede compensar sus emisiones de carbono a través de la compra de estos bonos o créditos de carbono que pueden ser invertidos luego en la restauración o conservación de ecosistemas terrestres y/o marinos. Otro recurso es el uso de tokens digitales que funcionan en la blockchain.